Por sus características físicas, su forma de andar y sus atributos sensoriales, el caballo se ofrece como un inmejorable medio de rehabilitación, integración y desarrollo. El vínculo que propicia el caballo fomenta los estímulos afectivos, la relación con el propio cuerpo y favorece la sociabilización: los caballos no discriminan, no juzgan, no necesitan hablar, reconocen el cariño y lo retribuyen.

La equinoterapia es un método terapéutico integral que utiliza al caballo y su entorno como un medio para la rehabilitación, integración y desarrollo físico, psíquico, emocional y social de personas con alguna discapacidad.

Se divide en 3 áreas:
Hipoterapia
Monta terapéuticas
Equitación adaptada

La equinoterapia abarca la integración de 4 ámbitos profesionales diferentes: la medicina, la psicología,la pedagogía y el deporte.
El área médica desempeña un papel dominante en la hipoterapia porque la monta a caballo se utiliza a manera de fisioterapia, indicada para pacientes con disfunciones neuromotoras de origen neurobiológico, traumático o degenerativo.
La psicología y pedagogía adquieren más importancia en la monta terapéutica, ya que la monta a caballo, además de cumplir su papel de fisioterapia, trata disfunciones psicomotoras, sensomotoras y sociomotoras funcionando como una psicoterapia.

En la equitación como deporte para personas con discapacidad la monta a caballo se realiza como deporte, esto dará oportunidad a personas con cierta discapacidad física y funcional para integrarse plenamente a la vida deportiva.

La equinoterapia debe ser diferenciada de la hipoterapia, ya que aunque ambas están dirigidas a la rehabilitación –física y psicológica– de niños y adultos por medio del caballo, y contribuyen a mejorar el desarrollo de las personas con discapacidad y con necesidades especiales, se aplican en diferentes ámbitos:

Equinoterapia: se centra en las disfunciones psíquicas y sociales con bases psicológicas o psiquiátricas.
Hipoterapia: se centra en los trastornos neuromotores del paciente.

( Equinoterapia, la rehabilitación por medio del caballo. Edith Gross Naschert. Trillas.2006)

¿En qué se diferencia de otras terapias?
Por sus características morfológicas, de desplazamiento (biomecánica) y sus atributos sensoriales perceptivos, es una fuente inagotable de estímulos que favorecen la coordinación motora, el equilibrio y el desarrollo de respuestas autónomas.
El caballo permite un acercamiento más profundo y directo con las personas. El vínculo que propicia el caballo con el jinete fomenta los estímulos afectivos, la relación con el propio cuerpo y favorece la sociabilización.

Los caballos no diferencian ni discriminan, no juzgan, no necesitan hablar para relacionarse, saben esperar, reconocen el cariño y lo retribuyen.

Transmisión de impulsos rítmicos del lomo del caballo al cuerpo del jinete:
El caballo trasmite por medio del movimiento de su lomo impulsos rítmicos al cinturón pélvico, a la columna vertebral, y a los miembros inferiores del jinete.
La respuesta dinámica del jinete a los impulsos fisiológicos emitidos es un acto de coordinación fina del tronco y de la cabeza por lo que es un excelente entrenamiento de la coordinación psicomotriz del tronco y de la cabeza sin utilizar las piernas, así se logra la estabilización dinámica de estas partes lo que constituye la base para le ejecución de la marcha independiente.

Beneficios
Según las características y posibilidades de cada persona se determinará un plan específico y personalizado por el equipo multidisciplinar. Para una terapia eficiente, es necesario comprender no solamente las cualidades físicas del paciente, sino también cómo se relaciona con las personas que lo rodean. Comprender estos patrones hace que sea posible adaptar un tratamiento a sus necesidades individuales.
Áreas de intervención y objetivos

Motora:
Regulación del tono muscular, inhibición de reflejos tónicos y movimientos asociados, automatización del patrón de locomoción, estabilización de tronco y cabeza, incremento de la elasticidad, agilidad y desarrollo del sistema propioceptivo. Reacciones de equilibrio, coordinación, inhibición de las actitudes reflejas corporales anormales. Disociación, motricidad gruesa y motricidad fina, desarrollo de las praxias.

Perceptivas:
Estructura espacio/temporal, sentido rítmico; integración sensorial, desarrollo sensoperceptivos, neurosensoriales.

Psicológica/Cognitiva:
Mejorar la autoestima, el autocontrol de las emociones, potenciar el sentimiento de normalidad, mejorar la autoconfianza, la capacidad de atención y trabajar la memoria.

Socialización:
Relacionarse con personas que no pertenecen a su entorno familiar o escolar, crear relaciones de amistad con compañeros, desarrollar el respeto y el amor hacia los animales y multiplicar sus vivencias.

Comunicación y Lenguaje:
Mejorar la comunicación gestual y oral, aumentar el vocabulario, fomentar la construcción lingüística y mejorar la articulación de las palabras.

Adquisición de nuevos aprendizajes y técnica de equitación:
Aprender a cuidar del caballo, colaborar en las tareas de higiene, diferenciar los distintos utensilios que se emplean para limpiar al animal, conocer el equipo del caballo y su orden de colocación, subir y bajar del caballo, aprender a conducirlo al paso, al trote, al galope y montar con y sin silla.

Médica:
Estimulación de la peristalsis intestinal, estimulación del sistema circulatorio. Aumenta la capacidad pulmonar mejorando la respiración. Normaliza la T.A. Permite la maduración neuroendócrina.

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