Los cachorros muerden mucho, es más, tienden a morderlo todo, pero se trata de algo completamente normal y además necesario para su adecuado desarrollo. Morder es importante para que desarrollen la conocida «boca blanda», es decir que muerdan sin hacer daño en su etapa adulta. Si inhibimos esta conducta, nuestro perro puede padecer falta de conducta exploratoria en el futuro, que le afectará de forma negativa.
La mordida en los cachorros es una forma de conocer y explorar el entorno que los rodea, ya que también ejercitan el sentido del tacto a través de su boca.
Además, debido a la gran energía que desprenden los cachorros, esta necesidad de explorar el entorno es aún mayor y la mordida es el principal medio para satisfacer su curiosidad.
Los perros cachorros cuentan con dientes de leche que deben ser sustituidos por dientes definitivos y hasta que este proceso no se completa sienten molestias, las cuales se ven aliviadas a través de la mordida.
Es importante resaltar que hasta las 3 semanas de vida debemos permitir que nuestro cachorro muerda todo lo que desee.
Debemos tener juguetes específicos para cachorros e incluso debemos permitirle que nos mordisquee a nosotros, nos está conociendo y está explorando, algo positivo para él.
Cómo gestionar la mordida del cachorro
A continuación te mostramos unas pautas básicas para que este comportamiento típico del cachorro sea gestionado de forma saludable y no desencadene en un futuro en problemas del comportamiento:
- Ofrecerle juguetes especialmente diseñados para que muerdany dejarle claro qué es lo que puede morder, felicitándolo cada vez que los utilice.
A partir de las tres semanas de edad, cada vez que el cachorro nos muerda realizaremos un pequeño chillido y nos apartaremos, ignorando al perro durante un minuto. Ya que él deseara seguir jugando con nosotros, poco a poco entenderá cuál es el nivel de mordida aceptable. Cada vez que nos apartemos incluiremos la orden «suelta» o «deja» que posteriormente nos ayudará en la obediencia básica del perro. - Evitar sobreexcitar al cachorro, eso puede conducir a una mordida más fuerte y descontrolada. Puedes jugar a morder con él pero siempre de forma calmada y tranquila.
Cuando el perro comprenda los límites y no muerda aquello que le hemos prohibido, es importante reforzar positivamente este acierto. Podemos utilizar comida, palabras amables e incluso una caricia. - Evita que los niños jueguen a morder con el cachorro, ellos deben interactuar siempre mediante un juguete que evite que les haga daño.
Si bien es normal y necesario que tu cachorro se pase gran parte de su tiempo mordiendo, estos sencillos consejos te van a ayudar a que el desarrollo de tu perro se produzca de la mejor forma posible.