¿Por qué los gatos se frotan contra las cosas?
Si tienes la gran suerte de convivir con uno, o más felinos, habrás comprobado que lo primero que hace tu gato al llegar a casa es restregarse contra tus zapatos o el bolso que traes de la calle. A todos nos parece adorable, pero ¿sabes por qué lo hacen?
Cuando vemos que un gato se frota con nuestra pierna o los zapatos puede parecer que es un gesto de cariño, pero esto no es exactamente así.
Habrá ocasiones en las que se acercarán a nosotros, restregarán su cabeza y luego el cuerpo, y al intentar acariciarlos se marchen. Esto sucede porque en realidad no buscaban una caricia, sino marcarte con su aroma.
Al entrar en contacto contigo estarán dejando su olor sobre ti, estableciendo así una conexión con el lugar y con el resto de personas con las que convive.
Si la persona contra la que se frota es nueva, también estará consiguiendo información de ella. Al acercarse podrá olerla y así sabrá si convive con otros gatos u otros animales.
Que se frote contra ti es buena señal, ya que te estará marcando con el mismo olor que el resto de personas y objetos con los que vive.
Este comportamiento también se puede observar entre gatos, sobre todo cuando son callejeros. Al frotarse con otros gatos están demostrando afinidad con ellos. Al vivir en grupos es la manera que tienen de establecer el vínculo con los gatos con los que conviven.
¿Por qué se restriegan en las cosas?
Cuando repiten este comportamiento sobre los objetos del hogar ya no lo hacen para obtener información sobre ellos, es un comportamiento exclusivamente para dejar su olor.
Los felinos tienen glándulas odoríferas en las mejillas, la frente, la barbilla y en la base de su cola. Al frotarse con las cosas, al igual que con las personas, están marcando con su olor.No es una acción territorial, ya que marcarían con orina. Es un comportamiento de marcaje más relajado y amistoso. Hacer esto les relaja y mientras lo hacen están tranquilos.
¿Por qué los gatos frotan con la cabeza?
El gesto de rozar y frotar con la cabeza lo aprenden de pequeños de su madre. Se trata de una acción cariñosa por parte de la madre y los gatitos la aprenden en esa primera etapa de su vida. Si te fijas, a los gatos les encanta que les acaricies y incluso les rasques en la cabeza y alrededor de las orejas. Prefieren este lugar antes que la espalda o los costados, y es muy probable que esté relacionado con las glándulas odoríferas.